“La huella de los judíos sirios en la colonia Roma: la vida cotidiana y la comida.”

Histórico, recreando sus costumbres en cuartos de vecindades que les sirvieron de habitación, casa de oración, talleres de sastres y lugares de estudio.

A finales de los años veinte se empezaron a mudar a la colonia Roma, en edificios que compartían familias y amigos con un bagaje común y donde el árabe era la lengua cotidiana.

Para este grupo, la comida siempre ha sido un elemento fundamental de identidad y pertenencia. Antiguas recetas de las abuelitas se han reproducido en México utilizando los ingredientes a la mano, transmitiendo las recetas con nuevos elementos, pero siempre con la sazón especial de la tradición.

Visitamos las calles donde estuvieron las tiendas de abarrotes del Medio Oriente así como el horno de pan donde no solo se compraba este producto, sino se mandaba hacer. También las hermosas sinagogas, el parque -donde no faltaba la charola de café turco-, la escuela -en la que también se mataba los pollos para hacerlos kosher-. La comida estaba en cada momento de la vida de este grupo que recuerda la colonia Roma con nostalgia por muchas razones, siendo sus aromas una de las más poderosas.

12 de febrero 2012

12 de febrero 2012